Como ya tal vez muchos sabrán hace un tiempo comencé un viaje en busca de respuestas, respuestas generadas por una pregunta universal, ¿Qué es el amor?, y que era, hasta ese momento solo sabia que era una necesidad que debía de ser saciada, como cualquier necesidad humana, que en si existía, por lo menos en teoría, así que primero tuve que ver todas las perspectivas del amor, comenzando por las ligadas a la razón, así que empezare con la primera: la perspectiva popular.
La perspectiva popular nos da a entender que el amor es algo real, algo que todos buscamos, tal vez el sentimiento mas puro y verdadero, en si algo que nos complemente, algo como una simbiosis que permita a dos personas actuar como una sola, llamándola yo a esa la teoría hollywoodense, nacida a raíz de tantas películas, que influyen mucho en la nuestra cultura moderna, pero eso es la perspectiva popular enfocada hacia el amor entre parejas, pero y que hay del otro tipo de amor, como el de un padre hacia un hijo, un amor que se puede observar cuando el padre ve al hijo ya crecido viendo en él su orgullo depositado, o el amor incondicional, normalmente profesado por la madre, que va dirigido únicamente hacia su hijo, independientemente de cualquier cosa.
Ahora bien, si la perspectiva popular nos muestra un amor tanto de parejas como de lazos familiares, como un sentimiento muy fuerte, ahora veremos que nos dice la perspectiva psicológica.
En esta perspectiva nos da a entender que para el amor existe una formula clave hecha de tres elementos que son: la intimidad, la pasión y el compromiso, cuando se suman las tres se puede obtener como resultado el amor. Pero también nos muestra que hay veces en las que se puede confundir los sentimientos y alcanzar el estado de la obsesión ya que, existen polarizaciones extremas de la mente manifestando un amor desmedido sin pensar en los límites de uno mismo, pudiendo incluso llegar a poner en peligro su propia existencia o incluso la de la otra persona por estar experimentando un estado polarizado de obsesión. En este caso, el que ama, desea y anhela el bien y la felicidad del ser amado, y lo hace por encima de todas las cosas, a esta forma yo la vería como una vida de sacrificio por la supuesta persona amada, a esta teoría yo la llamo, la teoría del Seiya, en alusión a Seiya (de caballeros del zodiaco) que da su vida por su Saori sin recibir nada a cambio. El dar sin recibir a cambio, el sacrificar y anteponer las necesidades del ser amado por encima de las de uno mismo, sin que uno lo considere como sacrificio sino como oportunidad para prodigar el sentimiento, suele considerarse una antesala al desequilibrio emocional, pues la persona objeto de nuestra obsesión no tiene por qué responder tal como lo habíamos premeditado; puede no agradecer nuestro esfuerzo y exigirnos aún más. No obstante, algunos confunden esa polarización extrema con amor verdadero o sano, y exigen de la otra persona el mismo comportamiento, pudiendo manifestar frustración extrema y, como salida a dicha frustración, violencia.
Si bien la perspectiva psicológica nos muestra los elementos y estados emocionales que deben de realizarse para que se pueda dar el amor, ahora veremos que nos dice la perspectiva biológica.
La palabra amor no existe como una palabra técnica en biología sino más bien como una palabra ordinaria que sirve para describir varios términos, sin embargo, desde la perspectiva de la biología lo que las personas llaman amor es un medio para la supervivencia de los individuos y sobre todo de la especie. Si la supervivencia es el fin biológico más importante, es lógico que la especie humana le otorgue al amor un sentido muy elevado y trascendente (lo cual contribuye a la supervivencia).
Pero también muestra una especie de amor o relación que existe no solo en los seres humanos, sino en otras especies que no están relacionadas directamente con la supervivencia, como por ejemplo, el caso del hombre y el perro, que es una relación ancestral, aunque algunos biólogos consideren este tipo de relaciones como conductas cooperativas para la supervivencia o conductas excepcionales.
Ahora bien luego de haber aprendido todos los conceptos del amor, desde un punto de vista científico y también basados en la razón, es tiempo de continuar con mi búsqueda, ahora por el camino espiritual, teniendo que continuar con mi viaje, con esta, cada vez mas interesante aventura, que se ha vuelto el averiguar que es el amor.
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La perspectiva popular nos da a entender que el amor es algo real, algo que todos buscamos, tal vez el sentimiento mas puro y verdadero, en si algo que nos complemente, algo como una simbiosis que permita a dos personas actuar como una sola, llamándola yo a esa la teoría hollywoodense, nacida a raíz de tantas películas, que influyen mucho en la nuestra cultura moderna, pero eso es la perspectiva popular enfocada hacia el amor entre parejas, pero y que hay del otro tipo de amor, como el de un padre hacia un hijo, un amor que se puede observar cuando el padre ve al hijo ya crecido viendo en él su orgullo depositado, o el amor incondicional, normalmente profesado por la madre, que va dirigido únicamente hacia su hijo, independientemente de cualquier cosa.
Ahora bien, si la perspectiva popular nos muestra un amor tanto de parejas como de lazos familiares, como un sentimiento muy fuerte, ahora veremos que nos dice la perspectiva psicológica.
En esta perspectiva nos da a entender que para el amor existe una formula clave hecha de tres elementos que son: la intimidad, la pasión y el compromiso, cuando se suman las tres se puede obtener como resultado el amor. Pero también nos muestra que hay veces en las que se puede confundir los sentimientos y alcanzar el estado de la obsesión ya que, existen polarizaciones extremas de la mente manifestando un amor desmedido sin pensar en los límites de uno mismo, pudiendo incluso llegar a poner en peligro su propia existencia o incluso la de la otra persona por estar experimentando un estado polarizado de obsesión. En este caso, el que ama, desea y anhela el bien y la felicidad del ser amado, y lo hace por encima de todas las cosas, a esta forma yo la vería como una vida de sacrificio por la supuesta persona amada, a esta teoría yo la llamo, la teoría del Seiya, en alusión a Seiya (de caballeros del zodiaco) que da su vida por su Saori sin recibir nada a cambio. El dar sin recibir a cambio, el sacrificar y anteponer las necesidades del ser amado por encima de las de uno mismo, sin que uno lo considere como sacrificio sino como oportunidad para prodigar el sentimiento, suele considerarse una antesala al desequilibrio emocional, pues la persona objeto de nuestra obsesión no tiene por qué responder tal como lo habíamos premeditado; puede no agradecer nuestro esfuerzo y exigirnos aún más. No obstante, algunos confunden esa polarización extrema con amor verdadero o sano, y exigen de la otra persona el mismo comportamiento, pudiendo manifestar frustración extrema y, como salida a dicha frustración, violencia.
Si bien la perspectiva psicológica nos muestra los elementos y estados emocionales que deben de realizarse para que se pueda dar el amor, ahora veremos que nos dice la perspectiva biológica.
La palabra amor no existe como una palabra técnica en biología sino más bien como una palabra ordinaria que sirve para describir varios términos, sin embargo, desde la perspectiva de la biología lo que las personas llaman amor es un medio para la supervivencia de los individuos y sobre todo de la especie. Si la supervivencia es el fin biológico más importante, es lógico que la especie humana le otorgue al amor un sentido muy elevado y trascendente (lo cual contribuye a la supervivencia).
Pero también muestra una especie de amor o relación que existe no solo en los seres humanos, sino en otras especies que no están relacionadas directamente con la supervivencia, como por ejemplo, el caso del hombre y el perro, que es una relación ancestral, aunque algunos biólogos consideren este tipo de relaciones como conductas cooperativas para la supervivencia o conductas excepcionales.
Ahora bien luego de haber aprendido todos los conceptos del amor, desde un punto de vista científico y también basados en la razón, es tiempo de continuar con mi búsqueda, ahora por el camino espiritual, teniendo que continuar con mi viaje, con esta, cada vez mas interesante aventura, que se ha vuelto el averiguar que es el amor.
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